Yo no fumo, pero de igual manera, analizando a dos semanas de la entrada en vigencia de la Nueva Ley, Nueva Ley, Nueva Ley del Tabaco (léase como gritando en Ahumada con Huérfanos) me parece un poco grave.
Chile se convertirá en el segundo país más estricto en Latinoamérica, después de Brasil, y promesas como "Libre Albedrío", "Libertad en tu decisión", entre otras, se van al tacho de la basura. El límite es el pucho que molesta al caballero de al lado.
Pero el tema de fondo para mí son las muchas leyes que nacen muertas. Al final la historia dicta que no se cumplen o son "ablandadas" por el paso del tiempo.
Chile no puede pretender lanzar la Ley de Tabacos más estricta del mundo, al nivel de países desarrollados, si en la actualidad tenemos una de las más débiles. Ejemplos recientes son la Ley obligatoria de usar casco para los ciclístas o la del consumidor. No están completas.
Es la eterna promesa de pasar del gato al jaguar. Muchas leyes son cumplidas por la gente culta, inteligente, pero son pasadas a llevar cada una milésima de segundo por la mayoría de la gente.
Es mucho mejor una campaña publicitaria fuerte, que sensibilice a los que fuman y quieren dejar el cigarro, que una ley fuerte que terminará siendo un atropello para lo que quiera hacer o no hacer un ser humano.
Creo que las leyes son fundamentales para el normal desarrollo de la vida, pero éstas deben tener un límite para que sean justas. Deben "rayar la cancha" en su exacta medidad para provocar lo fundamental: Que las personas se respeten y no sean pasadas a llevar.
Si alguien quiere fumar en un lugar, pues bien que lo haga, pero con respeto. Todos sabemos que el daño del cigarrillo es irreversible y provoca una serie de complicaciones para el organismo, incluso muchos años después de dejarlo. ¿No será razón suficiente para no fumar, quizás más que una ley dura?. A pensar.
EXTRAIDO DE: Bar de Paso
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